Vista desde Cabanas
Torreón de los Andrade
Vista de la desembocadura del Eume
Vista del "Feirón" en la Praza do Conde
Antigo Convento S. Agustín


 

Pontedeume e o Torreón de Andrade

 

 

 

El conjunto histórico de Pontedeume es una joya de la arquitectura medieval con calles estrechas y empinadas, flanqueadas por soportales, que hoy albergan numnerosos mesones, y restaurantes que constituyen una concurrida zona de tapeo. Se conservan diferentes ejemplos de arquitectura medieval como el pazo del arzobispo Raxoi, el convento de San Agustín, la capilla de las virtudes, etc.

Edificio de Cátedra
Pazo de Raxoi

El puente medieval, que le da nombre a la villa, fué el viaducto más importante y el  más largo de España hasta la época moderna. Hoy en día tiene 15 arcos de medio punto, pero en origen tenia 79.

Del antiguo Pazo dos Condes, datado en el siglo XIV, tan sólo se conserva el Torreón de Andrade. En la base del muro sur hay un escudo con las 18 banderas ganadas a los franceses por Fernán Pérez de Andrade en Semínara en el 1503, los seis róeles de los Castro de Lemos y la barra de los Andrade. Un ángel sostiene la enigmática inscripción “Nolite Nocere”: no hagáis daño. Actualmente el Torreón alberga el Centro de Interpretación de los Andrade y la Oficina de Turismo de Pontedeume. En la vecina Praza do Conde se celebra el FEIRÓN, un mercado semanal que cada sábado concentra a multitud de gente.

 

Escudo Torreón de Andrade
Pontedeume en la Edad Media

“Conta la leyenda que el mozo Ledán atravesaba cada noche el río Eume para ver a  Minla, hija de los Andrade, en la otra orilla de la ría, pero una noche Ledán murió en el intento de atravesar la ría ver a su amada. Minla le pidió al demonio que construise un puente sobre la ría para poder ver el cadáver de su amado. A cambio ella le daría su alma, siempre que lo construyese en una noche, antes de que cantase el gallo. El demonio comenzó la construcción y cuando cantó el gallo aún le faltaba un arco, por lo que Minla conservó su alma, y con un pequeño salto pudo llegar a la otra orilla y ver el cuerpo de Ledán. Los Andrade, en agradecimiento a este hecho levantaron en los loados del puente una capilla y el hospital de peregrinos.”

 

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